lunes, 6 de septiembre de 2010

¿POR QUE LOS VENDEDORES TE TRATAN TAN MAL?

No entiendo sinceramente cual es la causa, razón, motivo o circunstancia por la cual, aquí en Madrid, los vendedores de los comercios, los mozos y/o camareros te tratan tan mal, justamente cuando estás consumiendo/comprando un bien o un servicio. (Del maltrato no se salvan ni las compras cotidianas en el supermercado).
No soy muy aficionado a salir de compras, sólo lo justo y necesario. Casi siempre sé lo que quiero comprar, por lo general algo que me hace falta, ergo voy directamente a buscar eso que quiero; así que; sea un pantalón, una camisa, una resma de hojas, un cartucho para la impresora, una caja de cds, un par de zapatillas, una docena de churros o regalos para mi familia, voy elijo y a la caja para pagar, y es ahí, en ese punto, donde se produce el encontronazo.
Uno va con la mejor buena voluntad y en cuanto le preguntas algo al cajero o a la cajera cajera te miran con una cara como si te quisieran comer, pero mal, muy mal, o algunos directamente ni te miran, te contestan mirando para otro lado o te hacen gestos, haya o no haya gente en la cola, les da lo mismo. Igual que cuando les pagas en efectivo y te dicen:
-No tengo cambio.
-¿Y qué querés que haga?. No es mi problema, anda a buscar o me voy y no llevo nada. No pretenderás que salga a la calle a buscarte cambio. Eso sucede muy a menudo con los taxistas.

A veces tengo la impresión que te quieren hacer sentir como que te están haciendo un favor atendiéndote o cobrándote. Sí es la percepción que tengo.
Hace poco me pasó en un supermercado; venía con un canasto lleno, llegué a la caja y me agache a buscar algo, unos chocolates que estaban allá abajo, en oferta, en una góndola en la cabecera de la caja. La cajera comenzó a gritarme como una loca desaforada:
-¿Que qué estaba haciendo ahí abajo? –me increpó con el dedito índice acusador.
-Buscando esta caja de chocolates- le dije, mientras le mostraba la caja y continué-, a mí no me vas a gritar de esa forma. ¿Quién te crees que sos?– Acto seguido, dejé todo lo que pensaba comprar, en el canasto ahí nomás y me fui, ante la mirada atónita de otros clientes que estaban en la cola.

Esta situación es la misma que pasaba hace unos años atrás, en los grandes centros comerciales de la ciudad de la ciudad de Buenos Aires, los vendedores se sentían allá arriba y desde ahi te miraban y vos, que ibas a comprar, ahí abajo. No sé como será ahora, pero la mega-crisis del 2001, en la cual desaparecieron miles de puestos de trabajo, les bajo el copete a muchos.
Con los camareros sucede algo similar, te atienden de muy mala forma y con muy mala cara. Hace un par de semanas paré en seco a uno, que casi me vuelca una copa de cerveza encima. Me paré y le pregunté si yo le había hecho algo, -¿por qué?- me preguntó, -por el trato y por la cara de ano-, le dije y me fui a hablar con el encargado, no sabían como hacer para pedirme disculpas. Le pagué las cervezas y nos fuimos.
No sé, pero yo pienso que si no están conforme con el trabajo o con el sueldo que tienen, que culpa tiene el cliente que va a comprar. -Si estás mal con las tareas que desempeñas, andate y busca otra cosa, es muy sencillo-, también le dije a una empleada de una panadería que no contestaba al saludo de los clientes y cuando le pedías bufaba y para cobrarte también, ¡de locos! Cuando vienen los dueños o encargados te tratan bien.
No le están pidiendo un favor, estás comprando y pagás por lo compras, pero no hay caso.
Yo me fui muchas veces de varios lugares, ante la primer cara de ano, chau, andá vendele algo a tu abuelita.
Y el cliente que se va por mal trato no regresa jamás y te hace una propaganda pésima, el boca a boca es la gran venganza, “no vayas, te tratan para el upite, caminá una cuadra más y andá ahí, que te tratan bien, comes lo mismo y pagas menos”.
Crisis de por medio, en la que los clientes escasean, deberían tener más cuidado, hay cientos, miles de locales comerciales y restaurantes vacíos y ahora con el ajuste mas todavía, pero parece que no se dieran cuenta.
Lo mismo paso hace una semana, iba en un autobús y me levanté para consultarle al chofer donde quedaba tal lugar para bajarme, le pregunté si me podía avisar y me respondió, “si me acuerdo te aviso” y después me mando a sentar. Conclusión; como no sabía donde era, me baje una parada antes. Pobre tipo, si sigue con ese carácter, le va a salir una ulcera.

En fin, los dejo; me voy a comprar el pan que me cierra la panadería y después no me quieren atender.
Omar

2 comentarios:

Gera dijo...

Maldita costumbre madrileña. Vamos, se hacian los malitos cuando eran tiempos de vacas gordas, te quiero ver ahora.
Pero si, a mi me paso en todo sentido: bares, ropa y supermercado.
Uno no les desea mal, todo lo contrario, pero hay que ser mas humildes.

Omar Magrini dijo...

Gera: creoque la realidad les va a hacer ver, que el comportamiento de cara al cliente debe ser otro. Hoy se lo necesita y mucho.
Muchas gracias por comentar.
Omar

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